Durante su visita a Ecuador en 2015, el Papa Francisco habló sobre la riqueza de la Amazonía, la grandeza de los pueblos originarios y la importancia de proteger la región ante las constantes amenazas de diferentes industrias que intentan extraer los recursos, afectando directamente a quienes viven en la región amazónica.
Ejemplo de lo anterior es el caso del pueblo Shuar, de la provincia de morona Santiago en Ecuador, el cual fue desalojado por los intereses de construir una minera de la empresa china Ecuacorriestes. S. A, lo que provocó una serie de conflictos violentos y arbitrarios, que han sido documentado por la Red Panamazónica Eclesial (REPAM), que congrega a entidades católicas en defensa de la casa común.
Desde los años 60, la comunidad de Shuar creó la Federación Interprovincial de Centros Shuar (FICSH) con el fin de lograr la reivindicación ante el Estado de aquel territorio amazónico. Gracias al esfuerzo de sus dirigentes, y pese a la poca participación del gobierno, lograron proteger y dejar al beneficio de los ecuatorianos cerca de 120 mil hectáreas en el 2003.
Sin embargo, la llegada de la empresa china amenazaron los planes de la comunidad, quienes buscan mantener sus tradiciones y proteger su territorio.
“En el 2014 actualizamos nuestro Plan de Vida, y una vez más nuestra Asamblea General Ordinaria, se pronunció en contra de la mediana minería y de la megaminería dentro de nuestro territorio. Porque, como le dijimos al Pdte. Correa: no diga que hace minería para sacarnos de la pobreza, porque nosotros, con nuestra forma de vivir, no nos sentimos pobres; diga más bien cómo nos va a proteger como pueblo y cultura” se lee en los reportes de la REPAM.
Por su parte, la Red Panamazónica ha acompañado al pueblo Shuar, ante las injusticias que han sufrido en su intento por permanecer en su región. Y, en un comunicado, reiteran su compromiso y demandan a las autoridades para proteger a los pueblos y evitar la destrucción del ecosistema.
“El desencadenante del conflicto actual se relaciona claramente con la política de sobreexplotación de los bienes naturales que se han impuesto en la región amazónica concediendo derechos a grupos privados, vulnerando gravemente los derechos humanos y la protección de los ecosistemas”, señalan en el documento.
Además, la Red demanda un diálogo sensato para la resolución del conflicto y un llamado urgente para que se respeten los derechos “Pedimos más altura en las discusiones, una altura que vaya más allá de los antagonismos, descalificaciones y posturas inamovibles e unívocas donde solamente quienes ostentan el poder institucional formal parecen determinar los rumbos a seguir, por encima de las comunidades que habitan en los territorios, y los han habitados por siglos”.
La REPAM también lamenta la muerte de un efectivo de la policía, en cual fue enviado para mediar la situación de violencia en el territorio; para que se esclarezcan los hechos, y así evitar posibles injusticias para el pueblo de la Amazonía, quienes han sufrido también la detención de algunos líderes de su comunidad.
En el comunicado, recuerdan la petición del cuidado de la creación del Papa Francisco en su encíclica Laudato Sí, y que pide se reconozcan a los pueblos indígenas como los primeros interlocutores en el momento de tomar decisiones que afecten a sus territorios.
Finalmente, la Red subraya que es indispensable “se respete el derecho a disentir que conduzcan a la construcción de caminos dialogados, para evitar caer en posturas unívocas de cualquiera de las partes implicadas, las cuales no hacen sino alejarnos más de una posible solución”.