Jueves 7 de septiembre- Olas de entre cuatro y seis metros, marejadas e inundaciones costeras en zonas bajas del litoral pronostica para la tarde-noche del día de hoy el Instituto de Meteorología de Cuba a las provincias orientales de Holguín y Guantánamo, las primeras de la geografía insular que afrontarán los embates del fenómeno meteorológico Irma.
Irma, huracán categoría 5 más duradero en la historia de la meteorología según el servicio meteorológico francés, se mantiene desde el pasado martes 5 de septiembre rayando el máximo nivel de la escala Saffir-Simpson que cataloga a estos fenómenos naturales; con vientos máximos sostenidos de entre 280 y 295 kilómetros por hora y moviéndose a razón de 26 kilómetros por hora en rumbo oeste-noroeste.
Al mediodía de hoy, el centro del intenso huracán se situaba a 180 kilómetros al sudeste de las Islas Turcas, en las Bahamas orientales, y a unos 450 kilómetros al este de Punta de Maisí, extremo oriental de Cuba. A su paso por El Caribe Oriental ha dejado un saldo preliminar de al menos 10 muertos y medio centenar de heridos, según datos publicados por la web internacional de El País.
Los mayores daños se reportan en las pequeñas islas de Barbuda, San Martín y San Bartolomé, arrasadas según reportes de sus autoridades y de la agencia Reuters.
En Cuba, la Defensa Civil ha declarado ya la fase de Alarma Ciclónica (tercera y más preocupante de las cuatro etapas que rigen su protocolo ante desastres naturales) para siete provincias (Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Camagüey y Ciego de Ávila) y el municipio de Caibarién, al norte de Villa Clara. El resto de los municipios villaclareños, así como las provincias de Sancti Spíritus, Cienfuegos y Matanzas, se encuentran en Fase de Alerta, mientras que para las provincias de Mayabeque, La Habana y Artemisa, se dictamina por ahora la fase informativa.
En resumen, se pronostican penetraciones del mar a lo largo de toda la costa Norte, desde Guantánamo hasta La Habana, inundaciones, vientos y precipitaciones de gran intensidad, sobre todo para el centro de la Isla, de Camagüey a Matanzas, durante el sábado.
Ante estas realidades, Cáritas Cuba, como brazo social de la Iglesia Católica y encargada de auxiliar a los más desvalidos, se prepara desde horas tempranas del día de ayer, miércoles 6 de septiembre, siguiendo sus propios protocolos de enfrentamiento a desastres naturales (MAGRE por sus siglas: Medio Ambiente y Gestión de Riesgos).
En la Oficina Nacional y las homólogas diocesanas se ha iniciado el acopio de combustible para suplir necesidades energéticas ante la posible ausencia del fluido eléctrico y para asegurar la trasportación, de manera que no se interrumpa el servicio en el momento de la crisis. También se aseguran los bienes y recursos propios, para proteger estructuralmente las dependencias en cada territorio.
Los equipos de respuesta diocesanos se encuentran activados, se revisan y renuevan los directorios telefónicos de utilidad ante la emergencia y se distribuyen los roles y funciones para cada etapa (antes, durante y después del paso del huracán).
Prioritariamente, el personal está enfrascado en la compra y almacenamiento de alimentos imperecederos (enlatados, cereales, leche en polvo, conservas…), artículos de aseo e higiene personal, agua embotellada y otros bienes con que apoyar preventivamente a las familias evacuadas y asegurar respuesta temprana a las pérdidas que se esperan entre la población más desvalida.
La adquisición de estos productos se realiza en los mercados de servicio público, ya que en Cuba no existe un mercado mayorista al cual acudir como organización humanitaria. Ello supone enfrentar la escasez y ausencia abrumadora de productos por desabastecimiento y también por la oleada de demanda que genera un fenómeno de esta índole.
No obstante, la red Cáritas busca opciones como localizar las regiones de Cuba mejor surtidas con determinados productos, para adquirirlos allí y luego distribuir según las necesidades que se generen.
En el caso del agua potable, ante la ausencia y encarecimiento de su adquisición en el mercado estatal se ha orientado el acopio desde los manantiales y otras fuentes certificadas o seguras, para disminuir los gastos por este concepto.
Para este despliegue preventivo se están utilizando los recursos propios de cada oficina diocesana y de la Oficina Nacional, según las posibilidades de presupuesto con que se cuentan. Se tiene presente que, en caso de no sufrir una afectación importante, la diócesis socorrerá con los recursos adquiridos a su homóloga más cercana que sí haya padecido daños.
Las Cáritas diocesanas han distribuido, además, los alimentos disponibles para los servicios de comedores del Programa de Personas Mayores, con el fin de que estos cuenten con alimentos para esos días y puedan, de ser necesario, ofrecer temporalmente servicio a otros grupos poblacionales que estén en situación de necesidad a causa del huracán.
En materia de comunicación, se recargan con tarjetas celulares a los movilizados para las tareas, de manera que se mantenga el contacto constante por vía celular. Todas las oficinas diocesanas y la Oficina Nacional mantienen comunicación entre ellas, y está activado el equipo nacional de comunicación, que prevé para mañana 8 de septiembre tener en funcionamiento su nueva página web, desde donde se reportará el paso del huracán y las labores de recuperación apoyadas por la iglesia.
FUENTES:
http://www.cubadebate.cu/noticias/2017/09/07/como-el-huracan-irma-afectara-a-cuba/
https://elpais.com/internacional/2017/09/07/america/1504748367_731598.html
https://elpais.com/internacional/2017/09/07/actualidad/1504804460_508645.html
http://www.met.inf.cu/asp/genesis.asp?TB0=PLANTILLAS&TB1=AVISO2&TB2=0
http://oncubamagazine.com/sociedad/irma-amenaza-cuba/