La Pastoral Social Cáritas de Venezuela participó en el Encuentro Latinoamericano Y Caribeño para celebrar los 50 Años de la Encíclica Populorum Progressio (El desarrollo de los Pueblos), en el marco de los 100 Años del Natalicio de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, donde brotaron nuevos desafíos desde la vivencia de la espiritualidad de los mártires salvadoreños.
Una mirada social de la realidad
Durante los días 12 al 16 de agosto, la delegación de Cáritas de Venezuela, participó en el Encuentro latinoamericano y Caribeño sobre el 50° aniversario de la Encíclica Populorum Progressio del Beato Pablo VI, organizado por el Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM, y CARITAS de América Latina y El Caribe. En el encuentro se reflexionó sobre el papel de la Iglesia en lo social, con el fin de dar aportes significativos que contribuyan al desarrollo de los pueblos, en especial, de los más pobres.
En el encuentro participó, el Cardenal Luis Antonio Tagle, Arzobispo de Manila y Presidente de Cáritas Internationalis, quien expuso los aportes significativos de la Encíclica con el imperativo de revisar la visión acerca del Desarrollo Humano, destacando la importancia del encuentro personal con los desfavorecidos y propuso una lista de condiciones verdaderamente humanas tales como: la adquisición de aquello necesario para la vida, la eliminación de las enfermedades sociales, la expansión del horizonte del conocimiento, la adquisición de la cultura y una buena educación, la conciencia de la dignidad de otras personas, la orientación del espíritu de la pobreza, un interés activo por el bien común, la voluntad de paz, reconociendo de Dios como autor y fin y, especialmente, la unidad en la caridad de Cristo.
Por su parte, Monseñor José Luis Azuaje Ayala, Obispo de la Diócesis de Barinas y Presidente de Cáritas América Latina y El Caribe, realizó un recorrido histórico sobre la importancia de esta conmemoración, puesto que la Encíclica aporta una nueva concepción sobre el desarrollo que va más allá de lo económico para asumir una promoción integral y solidaria de toda persona y de todas las personas desde un nuevo humanismo.
Christian Salazar, Coordinador del Sistema de las Naciones Unidas y Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), presentó la Situación del Desarrollo Humano Integral en la región con una propuesta de Progreso Multidimensional y la Agenda 2030: hacia un desarrollo sostenible, destacando que los nuevos retos necesitan una nueva política pública de bienestar social con enfoque de derechos y de visión y de sostenibilidad, concluyendo que el crecimiento económico, por más dinámico, no resolverá los problemas estructurales de la región.
“Necesitamos impulsar una nueva arquitectura de políticas públicas que logren mitigar las vulnerabilidades y exclusiones”, “la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) representa una oportunidad histórica para avanzar en el desarrollo sostenible”, sostuvo Salazar.
Los días siguientes se contó con la participación de los Movimientos Populares del Centro de Defensa del Consumidor de El Salvador, quien planteó que “el desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico, requiere de una mirada integral sobre los avances para los hombres y mujeres y, en ese sentido, hay muchos temas pendientes”.
En cuanto a los desafíos a trabajar, se plantea que es imperativo revisar el actual escenario de inequidad y brechas que están llevando a aumentar la crisis en muchos países. También es importante incidir para lograr una reforma fiscal justa y equitativa que permita cumplir con la meta del desarrollo sostenible y poder generar recursos; por otro lado, invitar a los movimientos sociales a participar en las distintas actividades que tiene la Iglesia para trabajar en conjunto sumando todas las miradas que lleven a realizar una labor efectiva.
A 100 años del Natalicio de Mons. Oscar Arnulfo Romero, seguimos en mundo de Injusticia
La Catedral de San Salvador, es el lugar donde se congregaron los 22 representantes de Cáritas América Latina y El Caribe, autoridades Salvadoreñas, el hermano de Mons. Romero, Santos Gaspar Romero, así como también el pueblo Salvadoreño, que conmovidos proclamaban que Mons. Romero aún vive, pues dio su vida anunciando la buena nueva y exigiendo los Derechos Humanos y calidad de vida de los más pobres y excluidos. La Misa fue presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, enviado especial del Papa Francisco para representarle en el país centroamericano durante la conmemoración; concelebraron 6 cardenales, 30 obispos y más de un centenar de sacerdotes. En la Homilía, el Cardenal Ezzati realizó un recorrido histórico acerca de la vida de Monseñor Romero, quien destacó durante su mensaje “su vida lo condujo a convertirse en sacerdote, a luchar por los derechos de los oprimidos, al conocer más de cerca la pobreza de los campesinos, y toma conciencia de que no basta solo acompañarlos”, Continuó diciendo, “Monseñor Romero comprendió el dolor de los más pobres y excluidos, siendo la “voz de los sin voz””, señaló el enviado del Papa.
De La Ruta de los mártires: El encuentro con la Vida del Padre Rutilio Grande, amigo cercano de Mons. Romero
En horas de la tarde, se realizó una peregrinación por el camino de los mártires. Se visitó la capilla del hospital Divina Providencia, donde fue asesinado Mons Romero, para hacer una oración y escuchar el testimonio de su muerte. La visita continuó por la casita de Mons. Romero, donde se constató la manera humilde y sencilla de como vivía, su auto, su cama, máquina de escribir y grabadora, instrumentos de trabajo con el cual Mons. Romero escribía mensajes, homilías y documentos que les permitía comunicarse con el país y el mundo. Luego, se continuó hasta Aguilares, en la primera estación llegaron a la Escuela “Rutilio Grande”, donde fueron recibidos por sacerdotes, directores y estudiantes; al compás de la banda estudiantil y con las imágenes de Romero y Rutilio avanzaron en procesión hasta la parroquia para escuchar la Vida y Milagro del Padre Rutilio, gran amigo de Mons. Romero, donde se hizo lectura del siguiente párrafo: “Generar esperanza no es fácil pero es posible. Así lo hicieron los mártires. Simplemente amaron a sus hermanos y hermanas hasta el final. Rutilio y Romero mantienen hasta el día de hoy la esperanza recordando sus vidas, releyendo sus palabras, escuchando su profecía y admirándose de su utopía nace y renace una y otra vez la esperanza.”
La segunda parada de la ruta fue en el sector las cruces, lugar donde asesinaron al Padre Rutilio Grande y se hizo el canto de día 12 de Marzo “Son las cinco de la tarde del día 12 de marzo del año 77, el padre Tilo camina para el pueblo a llevar el mensaje de la misa y de la salvación cayó acribillado junto a dos campesinos que le acompañaban”. Finalmente, llegaron al Paisnal, lugar de nacimiento del Padre Rutilio, en ese lugar no solamente les contaron su historia, sino que además se hizo un canto a Monseñor Romero, ante las tumbas de los mártires. “Manteles largos, mesa común para todos, taburete para todos y Cristo en medio, El que no quitó la vida a nadie, sino que la ofreció por la más noble causa. Esto es lo que él dijo: ¡Levanten la copa en el brindis del amor por mí!, recordando mi memoria, comprometiéndose en la construcción del Reino, que es la Fraternidad de una mesa compartida, la Eucaristía.
El Compromiso: “La Fe en Cristo que ilumina y exige avanzar hacia un desarrollo humano integral y solidario
Finalmente los participantes elaboraron un comunicado el cual titularon “Hacia un nuevo humanismo para el desarrollo integral”, donde se presentan los desafíos que como Iglesia nos interpela: “La pobreza, y la tendencia regresiva a ella de millones de personas en nuestros países, producto de sistemas económicos y políticos que valoran más el tener que el ser, el beneficio económico más que la vida, las ideologías por encima de las personas, y que asumen el poder como dominación y no como servicio liberador. Sacrifican de esta manera a millones de seres humanos y a la obra del creador, la naturaleza, nuestros ecosistemas, las culturas autóctonas y hasta las creencias religiosas que nos identifican como un pueblo que ama y sirve a la vida”, por proponemos:
“concebir el desarrollo, no como un simple crecimiento económico, sino como la promoción integral y solidaria de toda persona en todas sus potencialidades y de todas las personas y pueblos (PP 14), la necesidad del desarrollo integral y solidario para que se dé una paz duradera, la centralidad de la persona humana en todos los procesos de desarrollo desde un humanismo integral, genera un compromiso y “un imperativo para todos y cada uno de los hombres y mujeres, para las sociedades y las naciones, en particular para la Iglesia católica y para las otras Iglesias y Comunidades eclesiales” (SRS 32)”.
Al mismo tiempo que nos comprometemos a asumir este compromiso desde la fe en Jesucristo que ilumina, desde dentro de nosotros mismos, la naturaleza y la exigencia del desarrollo integral y solidario, a “tomar la iniciativa sin miedo”, a primerear en los procesos de transformación de la realidad desde una Iglesia en salida y desde un sentir profético asumido en la experiencia tangible; Exhortamos a los Gobiernos, a las empresas y el sector de la economía, a los políticos, a las instituciones democráticas que tienen la responsabilidad de generar políticas públicas para nuestros pueblos, a las comunidades eclesiales y a todos los discípulos y discípulas misioneras, a trabajar solidariamente por el Bien común, por un desarrollo integral y solidario; promoviendo la vida, respetando la naturaleza y nuestros ecosistemas como obra del Creador, sabiendo que no podrá haber desarrollo sin el respeto de la creación, sin una mayor valoración de las culturas indígenas y las creencias ancestrales de nuestros pueblos.
Leer el comunicado completo.
