Al menos 10 personas perdieron la vida por el huracán “Irma”, tras su paso por la isla de Cuba. También se reportan inundaciones, árboles caídos, viviendas destruidas y el colapso del sistema eléctrico, sobre todo al norte del país caribeño.
La información del reporte preliminar de la red inter-diocesana de Cáritas indican indica que de las personas fallecidas, 7 pertenecían a la provincia de La Habana, 1 a la de Matanzas, 1 a la de Ciego de Ávila y 1 a la provincia de Camagüey.
En cuestión de daños materiales, hay severas afectaciones (clasificadas como incalculables) en el sector de la agricultura en gran parte del territorio, a excepción de Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma. Los cultivos principalmente afectados son, en su mayoría, de plátano, arroz y caña de azúcar.
Las provincias de Pinar del Río, Camagüey, Las Tunas, Granma, Holguín, Guantánamo y Santiago de Cuba han restablecido el servicio eléctrico de forma parcial. No obstante, la Unión Eléctrica de Cuba señala que en 48 horas la energía pueda llegar a la mayoría de los territorios afectados, dependiendo de las condiciones de los mismos.
Visita de las Cáritas Diocesanas a provincias afectadas
Las Cáritas Diocesanas de Cuba han realizado visitas en cada una de las provincias afectadas por “Irma”, esto con el objetivo de evaluar los daños más severos y recopilar información de las principales necesidades.
El equipo diocesano de Ciego de Ávila llegó a los municipios de Bolivia, Primero de Enero y Morón, en los cuales detectó derribo de árboles de gran tamaño y afectaciones en techos de múltiples hogares. En la zona de Júcaro, al sur de Ciego de Ávila, sufrió inundaciones severas, lo que provocó la pérdida total de 40 viviendas, las cuales se encontraban en la primera línea de playa.
La provincia de Santa Clara y Sancti Spíritus reportan un 40% del fondo habitacional afectado. En la ciudad de Matanzas hubo 2 derrumbes totales y un edificio público severamente daños; se evacuaron 7 mil personas en albergues y más de 62 mil en casa de familias. La carretera central y la circunvalación se encuentran obstruidas.
Ante tal escenario, las Cáritas que cuentan con insumos suficientes han comenzado a distribuirlos. La Cáritas Camagüey, por ejemplo, comenzó a repartir alimentos enlatados, galletas, leche en polvo, arroz y artículos de higiene no sólo en su localidad, sino en las que tiene cerca (Esmeralda).
Quien también inició con recorridos desde Santa Fe hasta Playa (por toda la costa norte) es la Cáritas Habana, la cual prepara módulos para ayudar a las personas en cuyas viviendas penetró el mar, además de que ya empezó a proporcionar víveres y agua potable en Baracoa, municipio Playa, Vedado y Centro Habana.
Pese a que algunas Cáritas han comenzado a brindar ayuda a las poblaciones afectadas, la Oficina Nacional indica que aún se necesitan cubrir necesidades primarias como: agua embotellada, alimentos no perecederos y kits de higiene, los cuales sirvan para lavar la ropa y utensilios afectados por las lluvias.
También han comenzado a trazar líneas de acción para la siguiente etapa: la reconstrucción. Esto por el estado de vulnerabilidad en el que quedaron algunas viviendas (sin techo o a punto de caerse).