Durante de la trigésima quinta sesión del Consejo de los Derechos Humanos, celebrada en Ginebra, Caritas tuvo un espacio para abordar el tema de la migración en América Central, con la leyenda “Los inmigrantes no son un peligro, están en peligro”.
Honduras, Guatemala y El Salvador conforman el Triángulo Norte de Centroamérica, calificada por agencias de las Naciones Unidas (ONU) como una de las zonas más peligrosas del mundo, por los altos índices de violencia y desigualdad social. En consecuencia, la migración se ha convertido en el escape de millones de familias que buscan mejorar su estilo de vida.
Para Caritas, la migración de centroamericanos a Estados Unidos o Canadá está llena de riesgos. Secuestros, condiciones deplorables en el transporte, extorsión, venta de órganos e inclusive la muerte. Sin embargo, la mayor preocupación de la institución son los miles de niños, niñas y adolescentes que también se embarcan en tan arriesgada travesía.
En conjunto con el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), buscan soluciones para dar respuesta, como Iglesia Católica, a las condiciones de los migrantes. Es así como nace la Red CLAMOR (Red Latinoamericana y caribeña de Migración, Refugio y Trata de Personas) y de la cual se habló ante el Consejo de los Derechos Humano.
Dicha Red tiene como encomienda generar sensibilización en los mecanismos de derechos humanos, especialmente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y los procedimientos especiales, sobre la grave crisis de refugiados y migrantes de la zona centroamericana. Así mismo, busca apoyar y fortalecer la presencia de las instituciones de la sociedad civil y la Iglesia, las cuales tienen presencia en todos los territorios por los que caminan los migrantes.